El Futuro del Gas Natural y el Compromiso Medioambiental

Hoy queremos compartir con vosotros las conclusiones de un interesante artículo de opinión de Christopher Jones, impulsor de la Agenda 20/20 y asesor de la Comisión Europea, publicado en Cinco Días.

¿Por qué? Porque estamos muy de acuerdo con él. Y es que, al igual que el autor, consideramos que “es esencial que mantengamos los precios de la energía bajos durante el proceso de descarbonización”.  

El futuro del gas natural según Christopher Jones

Según Jones, si consideramos en serio las repercusiones que el cambio climático puede tener en nuestro entorno, y trabajamos fielmente para solucionarlas, el planeta deberá estar descarbonizado para el año 2050. 

Hasta aquí, suena bien, sin embargo, ¿nos hemos planteado cómo serían realmente las fuentes energéticas libres de CO2? ¿Qué papel jugarían el gas natural y las fuentes renovables? Y aún más importante, ¿cómo las implementaríamos?

Según Christopher Jones, si dejamos de lado la energía nuclear, de la que gran parte de los países de la Unión Europea (UE) ya se han desprendido encontramos dos opciones:

Energías renovables y gas natural en el proceso de descarbonización

Las energías renovables (fotovoltaica, eólica y biomasa), que gracias a la decisión de la UE de invertir en ellas han abaratado costes, encontrándose a niveles muy competitivos respecto al gas y al carbón.  

Si bien es cierto que la visión de un mundo abastecido por completo mediante energía natural es una imagen muy romántica, según el autor no es posible, al menos, por el momento. 

Según jones, los biocostumbles y energías renovables no pueden abastecer las necesidades actuales de transporte y electricidad, y aunque se espera que estas energías aporten gran parte de la energía necesaria en los próximos años, no podrán abastecernos por completo. 

Según palabras del propio Jones:

“La electricidad no puede suministrar de forma razonable a la industria intensiva en energía, como la del acero y o la de muchos procesos químicos, y no se espera que la tecnología de baterías llegue a ser lo suficientemente ligera y potente para ser usada en los vehículos de transporte de mercancías pesadas o para el almacenamiento de energía con carácter estacional”.

A su vez, estas energías pueden abastecer los sistemas de calefacción en épocas normales, pero son insuficientes cuando hace demasiado frío. 

Por otro lado, aunque hipotéticamente pudiéramos subsistir con energías renovables, es poco probable que seamos capaces de construir las vías y sistemas necesarios para transportarla.  

El hidrógeno, la segunda opción, puede aprovechar las redes de gas existentes con pequeños cambios a bajo coste. 

Finalmente cabe destacar las bajas probabilidades de que la energía eólica o fotovoltaica sea capaz de alcanzar los niveles energéticos que necesitamos, debemos tener en cuenta que la primera solo es productiva cuando sopla el viento, mientras que la segunda solo es capaz de generar electricidad cuando el sol brilla.

Por esa misma razón, y según palabras de Jones, una de las soluciones más eficaces sería combinar gran parte de estas energías renovables con la que se obtiene del gas natural. 

El hidrógeno puede ser producido a partir de gas natural, separándolo en hidrógeno y dióxido de carbono y almacenando el CO2, por ejemplo, en campos de gas vacíos, o solidificando y utilizando el grafito resultante en procesos industriales. 

No obstante, Jones apunta que todavía es imposible saber cuánto gas natural necesitaremos desde hoy hasta 2050, y qué niveles de energía renovable precisamos hasta la fecha. Lo que sí está claro es que necesitaremos una gran cantidad de gas natural en el proceso de descarbonización.

En cuanto a la fuente energética principal para el año 2050 nada está escrito, pues será la más económica y eficiente la que acabe suministrando nuestros hogares. El gas natural está, ahora más que nunca, en el punto de mira para convertirse en la energía del futuro. 

Sí, desde CHCuatro, expertos en gas natural, compartimos, punto por punto, lo que Christopher Jones apunta en este artículo. Las necesidades energéticas actuales no pueden ser sostenidas solo por energías renovables, y el gas natural constituye a día de hoy y a medio plazo en la principal energía para lograr una transición energética efectiva.